miércoles, 26 de abril de 2017

ENSEÑANZA PÚBLICA, SIEMPRE.

Buenos días, lectores:


Hace unas semanas mantuve una conversación sobre qué tipo de enseñanza es "mejor", cuál deberíamos elegir para nuestros hijos/as, las diferencias entre pública y privada... y creo que es un tema peliagudo a la par que importante.

Vayamos por partes, en primer lugar quiero decir que tanto en los colegios públicos como en los privados, hay grandes profesionales y -por desgracia-, también alguna que otra manzana podrida. No se puede generalizar con ninguno de los dos tipos de enseñanza, ni para bien ni para mal. Lo que está claro es que si tenemos la opción de la enseñanza pública (por lo que tanto lucharon nuestros antepasados), así como de la sanidad pública, ¿cómo podemos plantearnos otra opción? Nos quejamos de los impuestos que tenemos que pagar, de que no dan becas suficientes, de lo caro que está todo....¿y aún seguimos pensando en educación privada? ¿en la que solo pueden pagar aquellos que tienen una renta per cápita elevada? Perdonad mi ignorancia, pero no le veo sentido alguno.

Imagino que la gran mayoría ya conocéis el sistema de oposición para acceder a un puesto de trabajo de funcionario público, pero lo voy a explicar; y no me voy a referir solo a la educación.
Inspectores, médicos/as, enfermeros/as, celadores/as, maestros/as, profesores/as, funcionarios de prisiones, administrativos del estado y un largo etcétera, tenemos que hacer la correspondiente carrera; una vez terminada (hay mucha gente que se queda por el camino), los que quieren dedicarse al trabajo público deben prepararse unas oposiciones. Y creedme cuando os afirmo que son unas oposiciones que requieren un esfuerzo, una constancia y una dedicación absoluta; y lo más gracioso es que no suele ser una sola vez, si no que las tenemos que repetir 2, 3 e incluso 4 veces. Y ahora pregunto, ¿creéis que alguien que no tiene una vocación de verdad, va a someterse a tal estrés durante tantos años? Ya os digo yo que no, que el 99`9% de estas personas QUIEREN dedicarse a ello. 
Siguiendo al hilo de las oposiciones, y ahora sí me voy a centrar exclusivamente en educación, durante los años de interinidad lo más normal es estar unas semanas en un colegio, unos meses en otro, un curso completo en otro (cambiando de provincia inclusive)... y vuelta a empezar. Y en todos los casos, incluso cuando se van a estar unas pocas semanas, se programa, se trabaja como si se fuese a estar allí todo el curso, sin pereza ninguna. Y repito pregunta, ¿alguien a quien no le encanta esta profesión, va a estar así? Os aseguro que no.

Por otro lado, oigo infinidad de veces que los maestros de la pública castigan mucho, que son muy "secos", que en la privada son más amables... y no puedo dejar de quedarme boquiabierta. En la enseñanza pública hay unos pedazos de profesionales, unos docentes total y absolutamente vocacionales (recordad lo que os he explicado de las oposiciones realizadas año tras año), entregados al 100% a su colegio y a su alumnado, que no paran de formarse continuamente (que si pizarras digitales, que si idiomas, que si cursos de formación matemática, que si charlas para abordar el acoso escolar, que si cursos de lectoescritura...), por supuesto en nuestro tiempo libre y por propia voluntad. ¿Que en la privada son muy amables?, pues claro. Y en la pública también. 
Y sí, castigamos a los niños/as que se portan mal. Si los que sois padres de 1 o 2 hijos os agobiáis, (cuántos "es que no puedo con él/ella" he escuchado a lo largo de estos seis cursos que llevo trabajando...), imaginad cuando hay veintitantos en el mismo espacio. No hay más remedio que castigar al que está teniendo una conducta inadecuada. Castigo que, dicho sea de paso, habría que poner desde casa siempre que sea necesario. Pero eso es otro tema.

Sí, debido a las políticas que se están llevando a cabo durante los últimos años, estamos perdiendo algunos recursos en la escuela pública; estamos perdiendo algunos maestros/as de refuerzo, algunas dotaciones económicas para renovar materiales. Y precisamente por luchar para no perder por lo que antaño tanto lucharon nuestros colegas, estamos haciendo ruido y dando la sensación de estar "enfadados". Y lo estamos. Pero os aseguro que no con nuestros peques, para con ellos seguimos con la misma ilusión, ganas y energía, porque ellos son el futuro, a los que tenemos que formar bien para que seamos un país cada vez más desarrollado, más culto, más ecologista, mejor. Y seguiremos luchando por ello, haciendo huelgas (por cierto, nos quitan alrededor de 70€ por ir a manifestarnos, no creáis que nos sale rentable), luchando por lo que se caracteriza España, por tener una Educación y una Sanidad públicas. 

Así que, queridos bloggeros, os animo a que siempre optéis por una enseñanza pública, ya que quienes trabajan en ella están absolutamente capacitados, son grandísimos profesionales, motivados, muy formados, con una vocación que no os podéis imaginar. Clases innovadoras, excursiones, fiestas de Navidad, de fin de curso, clases de refuerzo, desdobles, apoyos...todo eso y mucho más se hace en la enseñanza pública, con o sin ayuda del gobierno; nos esforzamos cada día para que niños y niñas tengan la mejor de las educaciones, para que adquieran un aprendizaje significativo, alejándonos de la exclusividad, el separatismo y el elitismo, donde todos tienen las mismas oportunidades, donde aconsejamos a padres y madres lo que es mejor para sus hijos e hijas, intentando que tanto el hijo del ama de casa, como la hija del ingeniero lleguen lo más lejos posible. Teniendo a maestros de Educación Especial que nos orientan cuando hay alguna necesidad educativa, a orientadores que nos apoyan con aquellos discentes que requieren de una mayor atención. Donde todo el equipo docente está ahí por méritos propios y no por simpatías ni ideologías. 
Siempre, siempre, siempre, hay que optar por la enseñanza pública. Porque en ningún caso es peor que la privada. Enseñamos los mejores valores: igualdad, equidad, inclusión, respeto, compañerismo, generosidad... dejando a un lado la competitividad, puesto que para eso ya tendrán tiempo. 

YO SOY DE LA PÚBLICA. Y espero que vosotros, lectores, también. 

Muchísimas gracias por vuestro tiempo. Hasta pronto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario