Buenas tardes, queridos lectores:
Llevo varias semanas pensando en escribir al respecto de la alimentación infantil, tan importante y, a la misma vez, tan descuidada. Según estudios recientes, 42 millones de niños con sobrepeso en todo el planeta, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo. ¿No es absolutamente alarmante? Y si enfocamos estos datos en nuestro país, la OMS nos asegura que el resultado es que 2 de cada 10 niños españoles tienen sobrepeso y 1 de cada 10 sufre obesidad; es decir, el 27,8% de los menores en nuestro país ya presenta algún tipo de problema de peso, que con los años puede desembocar en diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Es un tema mucho más serio de lo que nos creemos, y hablando de salud, absolutamente aterrador, ya que con el paso de los años estos niños y niñas padecerán -casi con total seguridad- enfermedades cardiovasculares y, económicamente hablando, también serán un "gasto", puesto que necesitarán de continua atención médica, hospitalizaciones, medicinas e incluso cirugía.
A continuación adjunto un artículo del El País, en el que podréis leer datos concretos y más extensos a este respecto.
Mirando hacia el colegio, mis colegas de profesión estarán de acuerdo conmigo al afirmar que ver lo que el alumnado trae para la hora del "desayuno" o "merienda", en muchísimos casos, es inquietante: bollería industrial, zumos con azúcares añadidos, bocadillos de nocilla, productos envasados... y en todos ellos hay oculta una auténtica barbaridad de sales y azúcares, los cuales son totalmente innecesarios e inapropiados para cualquier persona, cuánto más para niños y niñas.
Aunque desde las escuelas, y también desde el área Educación Física, intentamos que se lleve a cabo un desayuno saludable (que consta de que los discentes traigan frutas, bocadillos, lácteos...comida saludable en general), no depende de nosotros, ya que si un niño o una niña aparece con un bollicao...¿qué podemos hacer? ¿decirle que no se lo coma?
Ahí comienza la necesidad de que nosotros, como padres-madres-adultos, nos mentalicemos de la importancia de una adecuada alimentación, equilibrada, saludable y acorde a sus necesidades. Por ello, debemos emplear unos minutos cada mañana y prepararles una fruta pelada y troceada en un tupper, un bocadillo pequeño de pan integral con aceite de oliva y pavo, un par de quesitos y unos piquitos de pan bajos en sal, o un yogur natural sin azúcares añadidos; y evitar los zumos envasados, ya que como habéis visto en la anterior imagen, son una bomba de azúcar. Mejor prepararles un zumo natural en casa y mandárselo al cole en una cantimplora, o que simplemente beban agua. ¡Preparar un buen desayuno solo nos llevará unos minutos!
Algunas alternativas son las siguientes:
Os adjunto un artículo en el que se ofrecen algunos consejos sobre la alimentación infantil adecuada, y cómo repartir el porcentaje de cada grupo de alimentos a lo largo del día.
En mi caso, y seguramente también en el de todos los maestros y maestras de Educación Física (ya que es uno de los bloques de contenidos que debemos trabajar a lo largo de toda la Primaria), el tema de la salud en general y de la alimentación en particular lo tenemos muy presente cada día, y siempre recalcamos la necesidad de evitar el sobrepeso, no por estética (ese es otro tema a abarcar), si no por su propio bienestar, por disfrutar de una vida larga, sana y feliz. Y para ello, entre otros aspectos, hay que cuidar la alimentación desde que nacen.
Así pues, os animo a que eduquéis a vuestros retoños en hábitos saludables: alimentación sana y equilibrada con un consumo responsable, práctica de ejercicio físico varias veces por semana (a ser posible todos los días), y a tener un muy buen descanso para que crezcan y se desarrollen de manera adecuada. Ya que recordad:
Hasta aquí la entrada de hoy, bloggeros. Muchísimas gracias por vuestra atención, como siempre ha sido un placer teneros por aquí.
Un saludo y...¡¡¡hasta pronto!!!
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