Buenos y primaverales días, queridos lectores:
Ya hemos llegado al mes de mayo, el mes de las flores y las cruces, de fiestas y ferias, de empezar a quitarse capas de ropa, de alguna que otra visita a la playa, de sol y terracitas... pero también de nervios, de cuentas atrás para acabar el curso lectivo, y para los que están opositando, de empezar a tachar días en el calendario, de mirar con cierta angustia, inquietud, esperanza, ganas y algo de desasosiego, ese día 22 y/o 23 de junio, mañana en la que se decidirán muchas cosas, horas en las que la "suerte" sonreirá a unos cuantos afortunados y afortunadas, y momento en el que otras personas se derrumben por distintos motivos.
Hoy me gustaría dedicaros esta publicación, enviaros todo mi ánimo e intentar calmaros a través de estas palabras, cargadas también de mi propia experiencia.
Para quienes no me conocéis, debéis saber que yo sigo siendo interina; y sí, también estoy cansada de las oposiciones, de la incertidumbre, de tener que demostrar continuamente que "valgo", de cada vez que llega junio estar con ese "¿me volverán a dar mi cole?, ¿tendré vacante de nuevo?". Aunque os digo una cosa, y sé que suena a tópico, pero es la realidad: todo esfuerzo tiene su recompensa. Algunas veces tarda más, e incluso podemos llegar a pensar que no, que no nos llegará ese ansiado momento. Pero llega, todo llega.
Os animo a que sigáis peleando, que aunque haya días que sea prácticamente imposible leer un folio, que vuestra cabeza está viajando junto a vuestra familia, pareja, a algún problema que tengáis, o simplemente estéis agotados, tenéis que inhalar, exhalar, agarrar el tema o el supuesto y darle caña. O coger el ordenador y darle otra vuelta a la programación, todo vale, todo cuenta.
Sí, cuando estamos a estas alturas de curso, tras más de 8 meses de estudio casi diario, cuando es la tercera, cuarta, quinta oposición, pesa mucho. Nos duele el cuello, tenemos lumbago o ciática, hemos cogido algunos kilos, estamos más blancos que el papel, llevamos sin ver a nuestros colegas semanas, apenas contestamos a los mensajes y en muchas ocasiones se nos olvida devolver las llamadas... pero el colegio está ahí, cada vez más cerca. Nuestros futuros alumnos y alumnas nos están esperando, henchidos de cariño, alegría y sonrisas para darnos, y nuestra ilusión no puede desvanecerse. Tenemos que seguir, ir dando pasos hacia delante, compaginar nuestros descansos reponedores con días de estudio intenso, de actividad frenética. Y, sobre todo, no hacer caso de los "dimes y diretes", de los que, quizá sin darse ni cuenta, intentan diezmar las ganas e ilusión de quien está luchando por un sueño.
Sí, también es muuuuuuuy difícil sacar una plaza a la primera; sí, es cierto que los interinos "pata negra" son prácticamente imposibles de alcanzar (pero pensad que ellos han sido también aspirantes, que casi con total seguridad han sacado una notaza mínimo una vez, que también estuvieron esperando esa llamada; se han ganado a pulso que les llegue su momento); sí, dependemos de que a un tribunal -que a su vez son nuestros compañeros y compañeras-, les guste nuestra programación, nuestra letra, nuestra manera de expresarnos... ¡pero confiad! Todos ellos y ellas han pasado por ahí, la inmensa mayoría también están luchando por una Educación Pública de calidad, quieren que quienes lleguen a los coles sean buenos profesionales, gente con ganas, con ilusión... y aunque está claro que el sistema tiene fallos y no es del todo justo, hemos de pasar por ahí, así que hagamos de él un camino lo más agradable posible.
Y con esto, compañeros y compañeras, quiero deciros que lo vais a conseguir. Que con plaza o sin plaza sois muy grandes, sois personas luchadoras, con sueños, con energía y con un corazón enorme. Que no dejéis de perseguir vuestro sueño, porque más pronto que tarde lo vais a alcanzar. Ojalá y nos veamos muy pronto por los pasillos, que compartamos experiencias y actividades, que preparemos muchas fiestas de Navidad y de fin de curso, y que hagamos de nuestra Escuela Pública un lugar de ensueño, de sonrisas, de aprendizaje y de intercambio. Porque los niños y niñas se lo merecen. Porque los docentes queremos, podemos y LO VALEMOS.
¡¡¡A POR TODAS!!!
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